9 de abril de 2013

Bidimensional

Era difícil creer que la historia estaba a punto de repetirse, pero eso era todo lo que esa historia podía hacer: repetirse. Se repetía en espirales ascendentes y descendentes por los cuales huía del punto de partida. El mundo era cada vez más increíble y cruel. Se estaban eliminando los grises, dejando lo mejor y lo peor convivir en espacios-tiempos ridículamente insignificantes.
La verdad era cada vez más lógica y a la vez, irracional. Ya no distinguía entre lo correcto o lo incorrecto, sino entre dos o cuatro realidades con bordes difusos e intangibles, como sucedía en los sueños. Lo mejor era tan posible y real como lo peor, pero lo importante no era que tuviera dos opciones, lo importante era la verdad absoluta de cada momento sin considerar los pasados ni los futuros. La verdad que se siente, que se sabe mas allá de todo pensamiento o palabra, y el conocimiento y la aceptación completa de que todas las cosas son reales e irreales a la vez.


Ya casi lo soltaba.



Theres no room for love
In a violet sky
Living in the Era Vulgaris
Just drool in the dark
As you stare at the lights 

Are we creatures
Helplessly attacking repetition
Over, over 

1 comentario:

Anónimo dijo...

wow!