4 de noviembre de 2013

La polaridad del deseo - Parte I

Este año reventé. Me cansé de ser la que era, y me propuse cambiar de una vez por todas, todo lo que me molesta de mí y de mi vida, cueste lo que cueste, en pos de un objetivo: Quererme. Porque de mi no me puedo alejar. No me puedo ignorar, mucho menos olvidar. ¿Qué otra opción me queda?

Son más los deseos que se cumplieron que los que quedaron en la lista (la cual, quizás, debería ser quemada...).No creo que lo que logré este año -que dicho sea de paso, no había logrado en 27 años- se pueda atribuír a otra cosa que a los patrones de pensamiento que empecé a cambiar rasguñando paredes aparentemente impenetrables construídas a raíz del cansancio extremo de obtener sólo pura insatisfacción.

Tuve que reescribir mis pensamientos.

"No puedo, nunca me va a salir bien" 
No importa el resultado, lo importante es hacerlo.
"¿Y qué van a pensar? Deben pensar que soy una estúpida/inútil, se deben cagar de risa de mí o les doy lástima" 
Hago lo mejor que puedo, y lo mejor que puedo es suficiente. Lo que piensen ellos es cosa de ellos.
"Este libro que escribí/esta canción que compuse/este dibujo que hice/etc etc etc es horrible, me da vergüenza, nunca lo voy a mostrar, porque qué van a pensar... es demasiado personal".
Esto que hice A MÍ me gusta porque es muy personal, y YO creo que tiene valor, y YO lo aprecio, y si no lo aprecian los demás, no es mi problema.
"Nunca va a cambiar nada, por más que intente
Las cosas van a cambiar igual, aunque no lo intente, porque nada permanece.
"Prefiero ocultar lo que siento porque total..."
Prefiero MOSTRAR lo que siento, porque total...
"Ellos pueden pero yo no" 
No soy la excepción.
"Es imposible" 
Es tan imposible que se da. 

El Universo, como corresponde, como siempre, estaba reflejando y gestando todo esto sin que yo lo percibiera, para fusionar la realidad con mis pensamientos. Nunca hubiera imaginado cómo iban a darse las cosas, simplemente estaba aprendiendo a vivir sin lo que deseaba, con la esperanza de que llegara algún día... y así llega. Únicamente así llega.

De lo que no me había dado cuenta, es que ningún deseo realizado podía ser perfecto, puro, inmaculado. Vienen manchados, sucios, rotos o confusos...en una palabra, defectuosos. Pero también entendí que sin esa imperfección, nunca tendría el impulso para dar el próximo paso.

El tema no era eliminar la mierda. El tema era dejar de tirármela encima para poder abonar la tierra.

"Es todo una mierda"
TODO TIENE SU MIERDA.








Hola lector misterioso, le cuento que puede descargar mi librito de amor adolescente gratis, aquí:
 Tiene que Ser Simple