12 de enero de 2017

Existiendo

Pensé en contar en qué evolucionó o no evolucionó esta persona que está acá. Pensé en que debería hacerlo en video, y aprovechar mis 10.000 seguidores en YouTube, gente que aunque sea está un mínimo metida en lo mismo que yo: Espiritualidad, conspiraciones, extraterrestres, paranormal, significado de todas las cosas, saber para qué mierda estoy acá y qué carajo tengo que hacer, y si la felicidad real existe, y si soy una enferma mental o veo todo demasiado claro.
No lo hice porque me voy a frustrar; ya lo intenté, no me gusta la exposición. Pero a la vez, si quiero conectar con alguien que no me haga sentir infinitamente sola en este planeta, tengo que exponerme de alguna manera, tengo que correr algún riesgo. Y bueno, ésta es mi manera favorita de exponerme. Aunque sea un llamado anónimo y eterno que queda ahí flotando en el aire por si alguien puede escucharlo, como un llamado al espacio exterior, un mensaje que se retransmite como disco rayado por una antena de bajísimo alcance con el único fin de tener la posibilidad de llegar a un ser vivo, uno realmente vivo, en alguna dimensión desconocida, y finalmente hacer contacto. No tener contactos, HACER PUTO CONTACTO.
Y creo que explicar detalles, circunstancias, situaciones, pasados, miedos y sueños que me llevaron a ser quien soy hoy, no es relevante. Todo eso es superficial. Soy éste ser solitario, buscando el camino a casa, o alguien de mi especie (¿soy de una "especie"?). Mi casa real, mi lugar, la sabiduría, mi gente, si es que existe esa gente. Moriría por volver a la casa a la que todos terminamos volviendo después de viajar en este vehículo. Extraño gente que no conozco, y extraño un lugar que no sé qué aspecto tiene, pero lo siento, cuando veo un bosque, cuando escucho una guitarra, cuando veo los ojos de un animal. No siento que desee cosas que nunca tuve, sino que las extraño con una sensación desgarradora y amnésica.
Soy demasiado antigua y estoy demasiado cansada de absorber todo la maldad de este mundo; estoy drenada. Todas las salidas conducen a otra trampa, y cuando las supero, es una menos, pero el laberinto es infinito, una broma cruel tras otra, tras otra, tras otra. La felicidad no existe, la conformidad es mediocre, porque yo no soy ésto, y no puedo conformarme con ser lo que no soy.
Y quiero salir, y correr. Lejos. Quiero volar lejos. Quiero irme lo más lejos que pueda de esta existencia.
El problema es que creo que todo puede ser una gran mentira, excepto la existencia.
Entonces no me queda otra que existir.
Y acá estamos. Existiendo, aunque nadie reconozca nuestra existencia.



Planet Earth is blue and there's nothing I can do.